Moral de señores
Ser “señor” es una actitud, no una condición social ni económica. Es ser señor de uno mismo
Moral de esclavos
Ser “esclavo” es una actitud, no una condición social ni económica. Es querer ser rebaño
Voluntad de Jerarquía, de Excelencia
Voluntad de Igualdad
Ama lo que nos eleva, lo noble. Quien pide perdón es doblemente miserable
Resentimiento contra quien es naturalmente mejor. Le gusta ser perdonado y, sobre todo, perdonar
Quiere la diferencia
Iguala a todos, censura la excepción, nivela por debajo, “cortando las alas” a los naturalmente mejores
Es la moral del héroe, del guerrero, del que no teme el dolor ni el sufrimiento pero no reniega del placer intenso (espíritu de Dionisos, hombre dionisíaco y apolíneo a la vez: Aquiles y Héctor en uno solo)
Es la moral de la aristocracia ateniense (frente a Sócrates). Es la moral de los patricios romanos frente a los cristianos cuando los arrojaban a los leones y decidían sobre su vida o muerte en un acto de gratuidad
Glorifica lo que hace soportable la vida, a los pobres los considera virtuosos solo por serlo, esalza a los enfermos y débiles de espíritu, le gusta la concordia (moral sacerdotal; moral de los profetas judíos del Antiguo Testamento y de San Pablo en el Nuevo Testamento; moral de sindicalistas y otros adalides de los movimientos de masas sociales resentidas)
Los miserables son los buenos; los pobres, los impotentes, los bajos son los únicos buenos; los que sufren, los indigentes, los enfermos, los deformes, son también los únicos piadosos, los únicos benditos de Dios, únicamente para ellos existe la bienaventuranza
Individualismo: suficiencia. Detesta el rebaño
Altruismo, fraternidad, hermandad entre los hombres: ama el rebaño
Es la moral de la persona que impone valores
Se encuentra con los valores dados y los asume
Es la moral de Julio César, de el hombre histórico Jesús de Nazaret, de Leonardo da Vinci, de Napoleón, y de los que en la actualidad desconfían de los que les quieren hacer creer en el “progreso hacia lo mejor” y de quienes niegan que la vida es trágica. La moral de los señores admite que somos un ser-para-la-muerte
Es la moral de Sócrates, de los cristianos que siguen una iglesia, de los jacobinos de la Revolución francesa, de los socialistas, socialdemócratas, comunistas y del movimiento obrero en general. Es la moral de los que dan de lado la muerte, la temen o la niegan. No son capaces de asumir el sentimiento trágico de la vida
Ama el cuerpo y no se avergüenza de nada que tenga que ver con él. Espíritu luchador y deportivo
El cuerpo le parece innoble, animal y grosero
El ideal es el Hombre superior. Para llegar al superhombre, el hombre europeo tiene que autosuprimirse, y este proceso debería pasar por tres fases:
- Fase del camello: es el símbolo del hombre europeo actual, que todavía está impregnado de la moral de esclavos y que soporta el peso de la carga con paciencia
- El león: es el símbolo del hombre revolucionario, el que se levanta contra la moral de los esclavos
- El niño: simboliza la pureza e inocencia de la infancia, desde la que se recrea la nueva tabla de valores
El ideal supremo y más refinado de esta moral de esclavo es el mártir, el que ama ser una víctima, aquel que se sacrifica no para hacer la vida mejor a los demás sino para eludir su responsabilidad de ejercer su voluntad de poder de un modo crudo. Este “mártir” también actúa en función de la voluntad de poder (todos lo hacemos) pero la ejerce de una forma siniestra: a través del sentimiento de culpa que genera en los demás, sometiéndolos de este modo