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| Benjamin Farrington escribió Ciencia y filosofía en la Antigüedad |
La filosofía no es una actividad aislada, al margen de la vida, ya que se haya vinculada a las principales necesidades de los hombres.
LA FILOSOFÍA, LA GEOMETRÍA Y LA MONEDA TRASCIENDEN LAS PARTICULARIDADES DE LAS CULTURAS, DE LOS OBJETOS, DE LOS BIENES Y SERVICIOS, RESPECTIVAMENTE. LA PREGUNTA ES ¿POR QUÉ SURGEN A LA VEZ Y EN LA MISMA PARTE DEL MUNDO?
La naturaleza convidaba a los de Asia Menor a una vida anfibia y pronto se aventuraron hacia el mar.
Los griegos, mucho más que los egipcios o los persas, estaban predispuestos a la innovación intelectual por no ser terratenientes apegados a la tierra, sino marinos.
Tales, Anaximandro, Anaximenes, Pitágoras..., se debieron encontrar, con cierta sorpresa, con que los mitos asumidos por las distintas civilizaciones del medio oriente eran claramente incompatibles entre si, se contradecían escandalosamente y no todos ellos podían admitirse como verdaderos por ese mismo motivo. El viaje critico, por tanto, dio lugar a la aparición de un nuevo tipo de persona no conocido hasta entonces. A diferencia del aedo o cantor de la antigua poesía épica que era un artesano, un profesional al que se recibía en los palacios aristocráticos y en las fiestas de ciudades y santuarios, el filósofo aparece en sus orígenes desarraigado de la ciudad y llevado una vida libre y viajera.
La naturaleza convidaba a los de Asia Menor a una vida anfibia y pronto se aventuraron hacia el mar.
Los griegos, mucho más que los egipcios o los persas, estaban predispuestos a la innovación intelectual por no ser terratenientes apegados a la tierra, sino marinos.
Tales, Anaximandro, Anaximenes, Pitágoras..., se debieron encontrar, con cierta sorpresa, con que los mitos asumidos por las distintas civilizaciones del medio oriente eran claramente incompatibles entre si, se contradecían escandalosamente y no todos ellos podían admitirse como verdaderos por ese mismo motivo. El viaje critico, por tanto, dio lugar a la aparición de un nuevo tipo de persona no conocido hasta entonces. A diferencia del aedo o cantor de la antigua poesía épica que era un artesano, un profesional al que se recibía en los palacios aristocráticos y en las fiestas de ciudades y santuarios, el filósofo aparece en sus orígenes desarraigado de la ciudad y llevado una vida libre y viajera.
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