"No hay manera de escapar a la filosofía […] Quien rechaza la filosofía profesa también una filosofía pero sin ser consciente de ella." Karl Jaspers, filósofo y psiquiatra. "There is no escape from philosophy. Anyone who rejects philosophy is himself unconsciously practising a philosophy." [Karl Jaspers, Way to Wisdom 12 (New Haven: Yale University Press, 1951)]

"Inception", Hiper-empirismo de Berkeley y un poema de Edgar Allan Poe

De LaButaca.net, del Diccionario soviético de Filosofía y de Sova, Dawn B. Edgar Allan Poe: A to Z. New York: Checkmark Books, 2001: 73.









Escrito por José Arce el 29.07.10 a las 9:13 
Christopher Nolan deja respirar a Bruce Wayne para regalarnos un tremendo espectáculo a todos los niveles. Un blockbuster vertiginoso nacido para marcar una tendencia a seguir. Una maravilla, en definitiva.
Dominic Cobb (Leonardo DiCaprio) es un sofisticado ladrón de información; su mérito no es pequeño, porque sustrae lo que necesita directamente del cerebro de sus objetivos. “Origen” es la película del año. Y lo es porque, más allá de lo sobresaliente de sus méritos cinematográficos, aterriza en un momento en el que la industria ─en resultados y calidades─ no está en su mejor momento, motivo por el que no podemos sino celebrar una propuesta que no es un remake, una secuela o una adaptación, no busca el efecto de la tridimensionalidad y no da la impresión de que su hinchado presupuesto sea una excusa para que los gerifaltes de las majors nutran sus cuentas corrientes. Por todo eso, y por mucho más, lo nuevo de Christopher Nolan es lo mejor que podía pasarnos a quienes a diario suspiramos por los espasmos ─¿estertores?─ de nuestro arte favorito.
Si los hermanos Wachowski nos proponían una realidad inducida, Nolan nos invita a bucear en un viaje alucinante al interior mismo del subconsciente. Regresan las recurrencias del cineasta acerca de la fragilidad de la mente, de la debilidad de la memoria, de la fantasía palpable, pautas que forman parte de su filmografía más allá ─o de otro modo, más bien─ del héroe de Gotham; encuentra en ese análisis, además, el que quizá sea el gran acierto del film: su genialidad abarcable, que solicita del espectador una atención plena para recompensarle con un guión densísimo, lleno de capas y narraciones superpuestas pero asumibles ─en su mayor parte, al menos─ en un primer y gozoso visionado. Alternando el ritmo sin convulsiones pero con emoción, entre la solidez del thriller corporativo y los arrebatos de fuego y plomo indispensables en un blockbuster de tamañas proporciones, el cineasta disfraza de armatoste de género una historia en la que todo se reduce al íntimo amor recordado del tormentoso protagonista.
Es en esa familia soñada donde se asienta toda la trama, en las caras ocultas de unos niños alejados de su padre por una idea ─la idea─ que arraigó con fuerza imparable en la mente de la esposa (Marion Cotillard), ahora lo más parecido a una araña que anida en el fondo de un pozo onírico a la espera de una víctima fuertemente prevenida. A medida que la (sin) razón se abre paso, espectacularmente ralentizada en un discontinuo espaciotemporal de pesadilla, la extraordinaria motivación de Cobb ─fabuloso DiCaprio, en un momento profesional casi insultante en su facilidad interpretativa─ se convierte en arma de toque capaz de provocar la destrucción física y mental de sus compañeros, sumidos todos en un Hades tan palpable como ficticio, tan definitivo como inabarcable. Y en su pirueta conclusiva… la invitación a que la subjetividad de cada cual juegue para rellenar un puzle esplendoroso. «Cuanto mayor es el problema, mayor es la catarsis». Y en nuestra mente, otra idea enraizada: Nolan es un artista.
Calificación: 10/10
En las imágenes: Fotogramas de “Origen” © 2009 Syncopy, Warner Bros. Pictures y Legendary Pictures. Foto de Melissa Moseley. Distribuida en España por Warner Bros. Pictures International España. Todos los derechos reservados.
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Diccionario soviético de filosofía
Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo 1965
páginas 44-45







George Berkeley (1685-1753)
Filósofo inglés, idealista subjetivo. Obispo de Cloyne (Irlanda) desde 1734. Obra principal: «Tratado sobre los principios del conocimiento humano» (1710). Berkeley parte del principio de que el hombre sólo percibe directamente sus «ideas» (sensaciones), y llega a la conclusión de que la existencia de las cosas estriba en su perceptibilidad (esse est percipi). Según él, las ideas son pasivas, son percibidas por una substancia incorpórea, el alma, que es activa y puede engendrar ideas. En su intento de evitar el solipsismo, admite la multiplicidad de substancias anímicas, así como la existencia de un «espíritu infinito», Dios. Las ideas existen potencialmente en la mente divina, pero reciben existencia actual en la razón humana. Más tarde, Berkeley adoptó principios del idealismo objetivo próximos al neoplatonismo y afirmó la existencia eterna de las ideas en la mente de Dios. Con el propósito de refutar el ateísmo y el materialismo, sometió a crítica el concepto de materia, considerándolo interiormente contradictorio e inútil para el conocimiento. 
A Dream Within A Dream


Take this kiss upon the brow!
And, in parting from you now,
Thus much let me avow-
You are not wrong, who deem
That my days have been a dream;
Yet if hope has flown away
In a night, or in a day,
In a vision, or in none,
Is it therefore the less gone?
All that we see or seem
Is but a dream within a dream.

I stand amid the roar
Of a surf-tormented shore,
And I hold within my hand
Grains of the golden sand-
How few! yet how they creep
Through my fingers to the deep,
While I weep- while I weep!
O God! can I not grasp
Them with a tighter clasp?
O God! can I not save
One from the pitiless wave?
Is all that we see or seem
But a dream within a dream?


¡Recibe en la frente este beso!
Y, por librarme de un peso
antes de partir, confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días;
¿Pero es acaso menos grave 
que la esperanza se acabe  
de noche o a pleno sol,
con o sin una visión?
Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño en un sueno.

Me encuentro en la costa fria
Que agita la mar bravia,
Oprimiendo entre mis manos,
Como arenas, oro en granos.
¡Que pocos son! Y alli mismo,
De mis dedos al abismo
Se desliza mi tesoro
Mientras lloro, ¡mientras lloro!
¿Evitare ¡oh Dios! su suerte
oprimiendolos mas fuertes?
¿Del vacío despiadado
Ni uno solo habré salvado?
¿Cuánto hay de grande o pequeño
Solo es un sueño en un sueño?