"No hay manera de escapar a la filosofía […] Quien rechaza la filosofía profesa también una filosofía pero sin ser consciente de ella." Karl Jaspers, filósofo y psiquiatra. "There is no escape from philosophy. Anyone who rejects philosophy is himself unconsciously practising a philosophy." [Karl Jaspers, Way to Wisdom 12 (New Haven: Yale University Press, 1951)]

Escuela de Mileto. El inicio de la Filosofía

ESCUELA DE MILETO. CARACTERÍSTICAS COMUNES.

Todos los pensadores de esta escuela buscan el principio último constituyente de la realidad: el arkhé de la physis (en griego) que, de modo oculto o manifiesto, la estructura. Ese arkhé es de un solo género - de ahí que sean monistas- y pertenece al ámbito de la materia (aunque en Anaxímenes cabe alguna interpretación espiritualista)



Los presocráticos habrían enunciado dos tesis presentes en la física moderna:

a) el reconocimiento de la existencia de sustancias elementales, y


b) la idea de que la materia es indestructible, de que la materia solamente se transforma.

TALES



De Tales de Mileto se conservan un puñado de anécdotas (Herodoto) y de pensamientos sobre asuntos astronómicos (predijo el eclipse de sol del 585), matemáticos (Teorema de Tales, primer teorema geométrico que se conoce), «físicos» (midió la longitud de las pirámides de Egipto basándose en la medida de su sombra), etc. Quien considera a Tales como fundador de la Filosofía –en cuanto opuesta a una σοφία más indeterminada (la sabiduría ética, pragmática o política de los sabios) – está ya operando con un cierto concepto «institucional» de filosofía. Este es el caso en Aristóteles y Laercio (la acuñación de la palabra «Filosofía» suele atribuirse a Pitágoras, significando “amor a la sabiduría”). Se presupone que la filosofía de que se habla se contrapone a la sabiduría de los poetas y trágicos.

La tesis de Tales es "todo es agua" (Aristóteles, Metafísica, A, 3, 983 b 6), la cual se transforma en los otros tres elementos por “rarefacción” (en “aire”) y condensación (en “tierra”) El fuego es el estado intermedio de transformación entre aire y tierra. La Idea de transformación de unas cosas en otras contiene la idea de Eterno Retorno de lo mismo en la Naturaleza. En última instancia todas las partes del mundo no son sino metamorfosis de lo mismo. En el agua las partes se absorben en el todo perdiendo sus perfiles (la gota de agua desaparece en el conjunto de las gotas, y el movimiento se propaga por continuidad en el agua a partir de un centro).
La identificación del monismo con la racionalidad está hecha desde supuestos metafísicos: lo que hay de verdad en la filosofía de Tales es el monismo. Pero si se admite esto, entonces no hay forma posible de establecer la diferencia entre los relatos míticos y el pensamiento filosófico presocrático, pues la idea de reducción de todas las cosas a una unidad no es específica de los milesios, sino que la toman de las concepciones míticas totalizantes de Hesíodo en la Teogonía. En la demostración de sus teoremas geométricos, Tales estaría ejercitando o realizando la idea de razón en sentido estricto. El modelo geométrico de racionalidad podría haber servido a Tales para extenderlo a todo el universo.


ANAXIMANDRO



Nacido en Mileto. Es el primer pensador del que se conserva un fragmento de texto, el cual traducido al castellano viene a mostrar la idea, nuevamente, de Eterno Retorno: "De donde las cosas nacen, hacia eso perecen, según la necesidad" Una posible interpretación de este texto podría ser la siguiente: el principio de todo no es tal o cual cosa, sino algo previo siempre determinante (luego, nunca determinado, nunca en sí mismo con una forma concreta) a partir de lo cual nace y hacia lo cual perecen los seres. Anaximandro caracterizó el arkhé o principio de todo como to ápeiron (=lo ilimitable).



La interpretación del arkhé como infinito e indeterminado, del ápeiron como aquello en que todas las formas del mundo, y en particular los opuestos, se reabsorben, como fuente inagotable de energía que garantiza la transformación y unidad del cosmos, indica el camino hacia una manera de entender la materia como una materia general negativa, es decir, sin forma positiva concreta y que, por eso mismo, es capaz de adoptar cualquier forma (una concepción de materia nada lejana de la que tiene la Física actual)


Anaximandro continúa siendo un pensador misterioso y apasionante, por lo profundo y a la vez interpretable de su pensamiento. Léase este texto de Martin Heidegger, pensador del siglo XX:

Ahora bien, de qué especie sea el arkhé, lo dice la palabra de Anaximandro: tó apeiron, término que se traduce [...] “como lo carente de límites”, lo “infinito”. La traducción es correcta. El problema es que no dice nada. [...] Pero es así como se lo interpreta cuando se comprende al ser como algo carente de límites en el sentido de una materia cósmica universal. Según eso, habría que representarse una masa cósmica en sí todavía indiferenciada de la que no sólo su propia constitución estaría sin determinación, sino que también y según su extensión carecería de límites, siendo por tanto inagotable.


ANAXÍMENES



Anaxímenes nacería aproximadamente el año 585 y habría muerto el año 525 a la edad de sesenta años.
Nada más sabemos sobre su vida y actividades prácticas. Se supone que escribió un libro pues según la noticia de Diógenes Laercio (II 3) “escribió en dialecto jónico en un estilo simple y conciso”.



1. La tradición considera a Anaxímenes, ante todo, como un filósofo, compañero y sucesor de Anaximandro. Según las fuentes procedentes de Teofrasto, Anaxímenes habría afirmado que el principio de todas las cosas existentes es el aire: «El milesio Anaxímenes, hijo de Eurístrato, compañero de Anaximandro, dijo, como éste, que la naturaleza subyacente es una e infinita, pero no indeterminada, como él [Anaximandro], sino determinada, y la llamó aire; se diferencia en las sustancias particulares por rarefacción y condensación. Al hacerse más sutil se convierte en fuego, al condensarse en viento, luego en nube, más condensado aún en agua, tierra y piedra; las demás cosas se producen a partir de éstas. Hace también eterno al movimiento gracias al cual nace también el cambio» (Simplicio, Fís. 24, 25-26)



2. Anaxímenes pone como arjé el aire que es un principio infinito, como el ápeiron de Anaximando; pero determinado, como el agua de Tales. Por ello podemos interpretar la filosofía de Anaxímenes como un intento de síntesis entre Tales y Anaximandro. El racionalismo de Anaximandro es un racionalismo abierto pues la transformación de unas cosas en otras sólo es posible por medio del ápeiron. En anaxímenes asistimos nuevamente al racionalismo cerrado del grupo de transformaciones. El aire como arjé sustituye al agua de Tales, pero a la vez incorpora alguna de las propiedades del ápeiron de Anaximandro. En Anaximandro el arjé es infinito e indeterminado. Para Anaxímenes el aire, como arjé, es un ápeiron (infinito) pero determinado. Por eso, aunque parezca un retroceso con respecto al maestro, Anaxímenes intenta, como interpreta Gustavo Bueno, realizar una superación dialéctica que recoge en una síntesis lo mejor de la tesis (Arché es Agua: propiedades definidas, elemento que puede conocerse) y la antítesis (Arché es Ápeiron: adopta cualquier forma, es invisible pero capaz de estar en todos los seres). El aire es infinito y “abarca todo el cosmos” (Aecio, I 3, 4) pues el aire empírico parece no tener límites, ocupa una vasta región del mundo ya desarrollado y penetra todas las cosas (los huecos de la Tierra están ocupados por el aire): la omnipresencia extensiva del aire empírico es mayor que la del agua. El aire es además un principio activo y en movimiento (empuja los barcos, encrespa las olas, arrasa los poblados, etc.). ( Sin embargo, también es verdad que se desliza el espiritualismo en este autor, dado que habló del “aire” como de un “pneuma”, un espíritu, un dios, alma: «Así como nuestra alma al ser aire nos mantiene unidos, así también el aliento o aire abarca a todo el cosmos», escribió Anaxímenes.